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Árbol genealógico
Este interactivo le permite conocer las características de los dioses mitológicos más importantes desde el origen (el caos) hasta los dioses de segunda generación. Haga clic en cada imagen para conocer más sobre ellos o maximice para ver el interactivo a pantalla completa.
En el comienzo fue el Caos. De ahí surgieron la Madre Tierra o Gea, el abismo del Tártaro y Eros, que es la personificación del amor y la fuerza procreadora. Gea tuvo dos hijos, Urano (Cielo) y Ponto (Mar), quienes fecundaron a su propia madre.
Con Ponto tuvo a diversas criaturas marinas y de su unión con Urano nacieron tres monstruos de 100 manos y 50 cabezas llamados Hecatonquires y otros tres llamados Cíclopes, por tener un solo ojo. Urano aborreció a tales hijos debido a su espantoso aspecto, desterrándolos al Tártaro y a continuación tuvo con su esposa-madre a los Titanes. Gea estaba resentida con él por ser tan mal padre y tramó un plan.
La castración de Urano (Fresco de Giorgio Vasari y Cristofano Gherardi, 1560)
El plan fue inventar un metal duro llamado Adamantio y con él construyó una hoz y se la ofreció a los Titanes.Gea estaba resentida con él por ser tan mal padre, por lo que inventó un metal de extraordinaria dureza llamado Adamantio y con él construyó una hoz y se la ofreció a los Titanes. Uno de ellos, llamado Crono, la aceptó, y sujetando los genitales de su padre con la mano izquierda los cortó y tiró al mar. Pero algunas gotas de sangre cayeron sobre Gea fecundándola. Además, de la espuma creada al caer al agua nació Afrodita. Urano, ahora castrado, tuvo que retirarse: el nuevo amo del universo pasó a ser su ingrato hijo Crono.
Crono inició su mandato casándose con su hermana Rea, pero su madre-abuela Gea le profetizó que un hijo suyo le destronaría. Así que se los comía según iban naciendo. Dado que según la mitología romana Crono era llamado Saturno, de ahí proviene la célebre pintura de Goya Saturno devorando a un hijo. Harta de ese comportamiento tan bruto, Rea planeó un astuto ardid contra su hermano-esposo con la ayuda de su madre-suegra Gea.
Rea parió a un niño y lo escondió, entregando en su lugar a Crono una piedra envuelta en pañales, quien rutinariamente se la comió pensando que era un hijo y sin notar nada extraño en su sabor. Zeus, que así se llamaba, creció en el anonimato y cuando se hizo un hombre Rea lo convirtió en copero de la casa, lo que le permitió escanciar en la copa de su padre un veneno que le hizo vomitar a todos los hijos que se había comido. De tal manera, Zeus, con la ayuda de sus hermanos y con la de los Cíclopes y Hecatonquires a los que liberó del Tártaro en el que Urano en su día encerró, se enfrentó a Crono y su ejército de Titanes. Esa fue la mayor batalla que jamás se haya visto en el universo: la Titanomaquia. Diez años duró este combate de increíble violencia. Finalmente Crono y los Titanes fueron derrotados y encerrados en el Tártaro. Salvo uno llamado Atlas, que recibió por castigo aguantar el cielo sobre sus hombros por toda la eternidad. Tras la victoria los tres hermanos varones —Posidón, Plutón y Zeus— echaron a suertes qué parte del universo les tocaría reinar, quedando los mares para el primero,el Hades para el segundo y los cielos para Zeus, que además recibió como obsequio por parte de dichos seres de un solo ojo el poder del rayo.
Saturno devorando a su hijo (Francisco de Goya, 1819-1823)
Zeus mantendrá una turbulenta vida sexual y sentimental ya sea con diosas o con mortales, con mujeres u hombres, dedicando a ello su inmenso poder. En el Olimpo contrae matrimonio con su hermana gemela, Hera.
Volvamos entonces a Hera y sus celos. Hera decidió tener un hijo por partenogénesis, es decir, sin semilla masculina. El resultado fue Hefesto, un niño a quien aborreció arrojándolo del Olimpo. Este sobrevivió, al haber caído al mar. Bajo la protección de dos diosas vivió en una gruta, donde se convirtió en un hábil herrero hasta que pudo ser readmitido en el Olimpo. Allí se casó con su hermanastra Afrodita, con la que tuvo tres hijos que en realidad no fueron suyos dado que ella le engañaba con Ares, el Dios de la guerra.
Zeus y Hera (Annibale Carracci, 1597-1602)
Ilustración de Hefesto, dios del fuego y de la forja
En este vídeo se explica en forma de dibujo el árbol genealógico de los dioses. Con él podrá conocer sus símbolos representativos, así como su equivalente romano.